El apunte del Lunes Santo

Francis Castell. La jornada tenía todos los ingredientes para ser grande pero, visto lo visto, defraudó. Pocas luces entre muchas tinieblas. Los retrasos se convirtieron en protagonistas de un Lunes Santo que tuvo en lo climatológico, a pesar de algunas rachas fuertes de viento, otro día esplendoroso. Los nazarenos sufrieron, una vez más, la injusticia de los horarios. Todas las hermandades acumularon unos retrasos excesivos que hicieron ver estampas de nazarenos sentados en los bordillos de las aceras. ¡Qué poco se cuidan a los nazarenos en Jerez!
El público, en general, sigue demostrando que sale a ver cofradías con el mismo ánimo que sale a ver una cabalgata o un partido de fútbol. El murmullo al paso de las cofradías es constante. Quizás sea culpa de las propias hermandades...
Me resultó extraño el cambio experimentado por la Hermandad de la Viga, falto de romanticismo y recordando estampas de épocas ya olvidadas.
La Hermandad de la Paz sigue consolidándose en una jornada donde el protagonismo costalero volvió a estar en el paso de misterio de la Hermandad de la Cena que, un año más, congregó a una multitud en Tornería. La Candelaria y Amor y Sacrificio, fieles a sus estilos.

Fotografía: Adrián Selma