Antonio de la Rosa Mateos. Sin duda, en el transcurso de 2010 se han celebrado numerosos aniversarios en Jerez: Bicentenario de la muerte de María Antonia de Jesús Tirado (1810-2010); los Cincuentenarios fundacionales de las Cofradías de la Exaltación y Santa Marta; 425 años de los Estatutos de la Hermandad del Nazareno; 150 aniversario de la Fiesta de la Rosa de la Hermandad del Rosario de los Montañeses; 400 años del Co-patronazgo de la Virgen del Socorro o 60 años de la llegada la Virgen de la Paz de la Coronación.
Pepe Guerra, conocido jerezano, me puntualizaba que se cumplen 725 años de la llegada de la Virgen de Consolación. Como es habitual anualmente, se ha celebrado la misa el 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Santísima Virgen María, sin que se haya realizado ningún otro acto extraordinario que nos recordara este aniversario.
El origen de la devoción de esta imagen nos la describe el canónigo Mesa Xinete, en su Historia Sagrada y Política de Jerez publicada en el siglo XVIII, donde nos narra la leyenda que cuenta los acontecimientos de 1285, durante el sitio que el rey de Marruecos Aben Yusuf había puesto en Jerez: “(…) Hallándose con su escuadra Micer Dominico Adorno (…) naufragando en el Golfo de Rosas, con una cruel borrasca que le sobrevino, descubrieron dos luces en una barquilla, que conforme se acercaba a la escuadra iba serenándose el mar, viendo este prodigio, hizo echar el esquife de su Capitana para reconocer la barquilla y hallaron una bellísima imagen de María Santísima (…), venerándola le pareció oírle decir la trajese para el consuelo de jerezanos, y con efecto, sin saber como amaneció a vista del Puerto, entonces llamado de Menesteo, y desde allí por el arribo de esta Señora, Puerto de Santa María (…) en el mismo día el Rey Moro levantó el sitio de Jerez (…). Dicho milagro hizo que todas las iglesias y conventos la pretendieran en Jerez con lo que se determinó: “(…) siendo colocada sobre una carreta con dos novillos cerreros y donde fuesen a parar que allí se colocase la Virgen; ejecutóse así y fueron a parar al convento (de Santo Domingo) que con facilidad e indecible gozo la colocaron en el altar”.
Una vez llegada a Jerez su devoción se difundió con gran rapidez. Sancho de Sopranis cuenta en su obra “Mariología Medieval Xericiense” que la imagen concedía numerosos favores a los devotos y en especial se demostró muy activa liberando cautivos y sanando enfermos. Durante el siglo XV la devoción a la Virgen de Consolación no hizo sino crecer, alcanzando la categoría de devoción regional. En poco tiempo los jerezanos la consideraron Patrona de la Ciudad.
Su devoción hizo que se realizaran múltiples copias o pinturas, sirva como ejemplo la Virgen que se encuentra en el retablo de San Juan Grande de la Catedral (procedente del altar del coro en el costado de la Epístola), una pintura en San Juan de los Caballeros, otro oleo en San Marcos, o una imagen en el convento de San Francisco. Incluso se creó una congregación, hoy desaparecida, llamada “Real Archicofradía del culto continuo a la Santísima Virgen o Corte de María”.
En 1985, siendo presidente de la Unión de Hermandades José Luis Ferrer, y coincidiendo con el séptimo centenario de la llegada de la Virgen de Consolación, el Consejo organizó la salida en el Corpus Christi de la devota imagen en el paso del Rosario de los Montañeses. Finalizada la procesión y la Eucaristía, la Virgen de Consolación fue colocada en el altar mayor de la Santa Iglesia Catedral donde presidió el triduo de rogativas por la paz del mundo y por la juventud en su Año Internacional.
Los jerezanos no debemos olvidar nuestras tradiciones y devociones, y la Virgen de Consolación debe ocupar el lugar que se merece y que durante siglos ha ocupado.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Un aniversario olvidado
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