Un Vía Crucis para la historia

Francis Castell. El Vía Crucis de la Unión de Hermandades celebrado ayer generó una grandísima expectación por la "reapertura excepcional y temporal" de la Iglesia de Santiago -aún en obras- para el traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento a la S. I. Catedral.
Con anterioridad, a las tres de la tarde, los cofrades del Miércoles Santo trasladaron a su Titular desde la Capilla del Asilo de San José hasta el interior de Santiago, por expreso deseo del Obispo Diocesano, Monseñor Mazuelos Pérez.
Curiosamente, como lleva ocurriendo desde el pasado Miércoles de Ceniza, la lluvia quiso compartir protagonismo e hizo acto de presencia tras la llegada del paso, cedido por la Hermandad del Cautivo de El Puerto de Santa María. A las 17:45 horas, y con el cielo totalmente despejado, se iniciaba un multitudinario traslado al Primer Templo de la Diócesis, donde se rezaron la totalidad de las estaciones del Vía Crucis para, a su finalización, regresar a la Capilla del Asilo de San José, ya con menos público en la calle debido, sobre todo, al descenso brusco de las temperaturas en nuestra ciudad. A las 00:10 horas, y tras poderse oír algunas saetas en los metros finales, los cofrades del Prendimiento finalizaban una jornada histórica.
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