David Puerto. Valoro mi profesión. El periodismo es mi vocación. Lo hago, porque me gusta, me gusta llevar la noticia a la gente. Hacer una retransmisión en directo me hace feliz, no solo por lo que me gusta hacer periodismo, sino por lo que hago por quien me escucha. Gente que no puede salir, que no tenga medios para ir, o simplemente que le apetece oír que está ocurriendo y ponga la radio online para escucharnos.
El pasado 24 de septiembre comenzamos desde esta casa, www.OndasdePasion.es, una aventura radiofónica con la radio online. Fue una prueba. Que salió genial. Todo positivo.
Conseguíamos llevar, desde el móvil que por cierto suena fenomenal, la recogida de la Patrona de Jerez, Nuestra Señora de la Merced. Y a partir de ahí, marcamos objetivos. Como la gran prueba, que fue el pasado sábado 27 de septiembre en Cádiz. Con la Sentencia de Cádiz. Desde aquí tengo que dar la enhorabuena a la Hermandad y las gracias. Gracias por saber respetar la profesión en todo momento, por decir las cosas con amabilidad y por entender que, además de trabajando, estaba haciendo un servicio por los muchos cofrades que nos escuchaban desde muchas partes ya no solo de la provincia o de Andalucía, sino de España. Véase el caso de un hombre que nos tuiteaba desde Valencia. Eso da gusto. Que la gente valore qué estás haciendo. Y después, lleguen críticas o felicitaciones, al menos, valoren que estás haciendo un esfuerzo por llevar esa noticia, en este caso una salida procesional, a muchos hogares que no pueden estar disfrutando del Señor, de la Santísima Virgen, o del Santo que salga procesionalmente en el día X. Pues bien, este ya pasado martes, hemos vuelto a Cádiz. ¿Por qué?, pues salía y salió, la Patrona de Cádiz. La Virgen del Rosario. Y nuestro plan era sencillo. Llevarle a todos los oyentes de Ondas de Pasión, sea uno o 400 como aquel día con la Sentencia de Cádiz, la salida y recogida de la patrona de la Tacita de Plata. Un servidor que desde Jerez se desplazaba hasta Cádiz, no solo para disfrutar del caminar de la Virgen del Rosario, sino para trabajar y ejercer la profesión de Periodismo, tanto en la salida como en la recogida de la Madre gaditana. En la salida, sin problemas. Se narra hasta San Juan de Dios. En principio, ningún problema. Todo llega en la recogida. Me incorporo al frontal del paso en la plaza San Juan de Dios, en torno a las 21:00 horas, frente al paso de la Virgen del Rosario. Saco mi móvil, con poca batería pero la suficiente para poder explicar a todas las personas que nos escucharan, los detalles de esta salida procesional que llegaba a su fin, y que, a su vez, pudieran ser cada cual testigos más del caminar y el andar de los cargadores de la Virgen del Rosario, meciendo a la Señora a los sones de la maravillosa banda de Música Maestro Dueñas, del Puerto de Santa María. Pero, no se pudo hacer la recogida. ¿Quieren saber ustedes por qué? Se lo explico, muy sencillo. Llegando ya al final de la calle Plocia, comenzaban las vallas (que según me cuentan es el primer año que las ponen) y la policía y los encargados de la procesión empezaban a retirar a la ‘bulla’ que se había formado frente al paso entre personas que intentaban ver la recogida en un buen lugar privilegiado, curiosos con sus cámaras de fotos, un par de cámaras grabando vídeos, etc. Junto a mi, un compañero de Onda Cádiz con la cámara. Y se dirige el capataz hacia mi pidiéndome que salga de las vallas que ya no se puede pasar. Le comunico retirando el móvil para que no captara la conversación, que estoy trabajando emitiendo en directo y me contesta con las siguientes palabras: “Quítate ya de en medio que llevas toda la tarde dando por culo”. A lo que mirando al dominico que iba junto al paso, no sé si es el prior o el cargo que ocupa, le digo que estoy en radio en directo y me contesta: “qué radio en directo ni que leches, quítate ya de aquí”.
Como ustedes comprenderán, tengo más respeto y más educación que estas personas y me retiré, callándome ante la bendita Imagen del Rosario que seguía caminando y, saliendome de las vallas, interrumpí la emisión contando lo sucedido.
Es intolerable, incomprensible e inadmisible que a un periodista se le trate así cuando está llevando a cabo su trabajo y su servicio, al informar a los oyentes de lo que acontencía en aquel momento en la calle Plocia. Lamentable la actitud del capataz dirigiéndose a mi persona con esas palabras, demostrando que la educación hoy al menos la dejó en casa. Parece que para que te reconozcan como periodista hay que llevar micro, para al menos, ganarse el respeto. Ridículo y lamentable la impresión que gracias a esta persona me llevo de la procesión del Rosario de Cádiz, no por la Imagen y su paso, de gran belleza y un exorno floral maravilloso de nardos, sino por la falta de respeto hacia mi profesión, hacia mí y hacia mi trabajo, de este capataz, que por su forma de comportarse, quién diría que comanda el paso de la Madre de Dios, patrona de Cádiz.
jueves, 9 de octubre de 2014
Cuestión de respeto
jueves, octubre 09, 2014