Juan Luis Vázquez Román. La distancia no es el olvido…créanme, actualmente resido fuera de Jerez, y todo lo que ocurre en mi Hermandad y en torno a los míos, lo vivo con especial intensidad, procuro cuadrar horario de trenes, horario de trabajo, guardias y demás variables que se dan cuando uno trabaja lejos de casa, para poder atender de la mejor manera a mi familia y a mis compromisos contraídos en la tierra que me vio nacer.
Después de conseguir que se alineasen los astros y como dice un amigo, de remover Roma con Santiago… Logré los permisos oportunos para estar el primer Sábado de Cuaresma en Jerez y formar parte del Vía Crucis que presidia Nuestro Señor del Amparo. Para mí era muy importante, pues como le he comentado en innumerables ocasiones a mis hermanos del Consuelo, es el acto de la Cuaresma y de la Semana Santa que más me enriquece, espiritualmente hablando, pues la atmósfera que se crea en torno a la imagen del Señor y la solemnidad con la que se realiza me hacen sentir creyente, Cristiano practicante y me aporta ese ratito de espiritualidad vivida en torno a Cristo que a veces se hace tan necesaria para reforzar mis creencias.
En la mañana del martes 25 de febrero, recibo comunicación de que no se nos autoriza por parte del Obispado, realizar el Vía Crucis. En un principio me invadió un sentimiento de pena, indefensión y porque no decirlo hasta de rabia… Pero una vez digerido todo lo ocurrido y analizando los motivos esgrimidos para su no realización, tenía sentimientos encontrados, por un lado me dolía enormemente que no se llevara a cabo el Vía Crucis y por otro recordaba que este año el Señor del Amparo no se quedaría sólo en la Capilla del Consuelo, como cada Miércoles Santo, aguardando con impaciencia la llegada de su Madre. Me emociona pensarlo y eso me reconforta, pero permítanme que este secular ignorante no pueda dejar de pensar que se me priva de un momento único para mí como Cristiano y que posiblemente no lo pueda volver a vivir, pero son las normas establecidas, que justas o no, son las que hay…y créanme en acatar normas establecidas estoy doctorado, aunque eso no quiere decir que las comparta, lástima, lástima.
Juan Luis Vázquez Román.
Teniente Hermano Mayor.
Hermandad del Consuelo.