El colegio Montealto, que rigen las religiosas de Santa María del Sagrado Corazón de Jesús y la parroquia de San Juan de Ávila, primeros hitos recién llegadas las reliquias, despidieron al mediodía de ayer la ilustre visita. Atrás quedan esas presencias y otras en la asa Sacerdotal San Bruno, el Seminario diocesano que lleva su nombre, el colegio de la Compañía de María, las localidades serranas de Ubrique y El bosque y las litorales de El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.
Tras el regreso a Jerez y estancia en la Cartuja, en medio de un retiro del clero diocesano, o con la Delegación de Catequesis en la parroquia Santa María Madre de la Iglesia, cabe recordar la jornada del pasado jueves en las Mínimas durante todo un día de adoración al Santísimo que semanalmente se celebra en ese convento cada jueves del año durante 24 años. Una celebración de la Eucaristía a cargo del sacerdote Federico Mantaras, vicario general de la diócesis abrió esta presencia.
