La primera de estas jornadas ha comenzado con la solemne recepción en el reducto de la Santa Iglesia Catedral de San Salvador a cargo del deán-presidente, Antonio López Fernández, y demás miembros del Cabildo. Religiosas, niños, laicos de diversos movimientos familiares y pro vida, cofrades y otros seglares han acudido ya en la tarde de este sábado con su rezo y su correspondiente ofrenda floral.
Tras unas primeras horas en las que se sucedieron turnos con predominio del rezo del Santo Rosario y las meditaciones por la familia y la vida entresacadas de los escritos del recordado Juan Pablo II en algunos casos, llegó la celebración de la Eucaristía oficiada por monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, quien por medio de su homilía dio contenido al sentido de la presencia de la Virgen en la diócesis.
El pastor ha recordado a “tantas mujeres engañadas que llegan a abortar”. Habló, en la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, de “barbarie y cultura de la muerte” y también evocó las tradiciones que señalan el origen del icono en las manos de San Lucas y, sobre todo, cómo en la veneración de la Virgen de Czestochowa se unen la Iglesia de Occidente y Oriente.
A la hora de tener también en cuenta al gran divulgador de esta devoción en las últimas décadas, el recordado papa Juan Pablo II, indicó que abrazado a la Virgen se lanzó el pueblo polaco a luchar contra el materialismo del nacismo. Y consideró oportuno acercase a María en el momento de vencer a “los nuevos materialismos consumistas que atentan contra la dignidad del ser humano”.
“La Virgen nos alumbra a ser valientes, a ser luz” y lo aplicó a la lucha contra el aborto ya que “algunos han decidido que la vida humana se puede eliminar cuando se quiera, sin que importen las depresiones de tantas mujeres que sufren”. Mazuelos ha insistido en que “las ideologías de género nos llevan al infierno aniquilando su ser maternal, ni les importa la mujer ni el ser humano”.
“Una sociedad que justifica la muerte del inocente termina en el suicidio”, ha dicho el obispo de Jerez que, a la conclusión de la celebración en la Catedral, ha despedido el icono que, a partir de ese momento, ha protagonizado un traslado al Hogar San Juan cruzando las calles del centro de la ciudad en un cortejo lleno del encanto de la sencillez y envuelto en el rezo del Santo Rosario y los cantos marianos.
Durante la hora escasa que duró este traslado, cruzó la Alameda Vieja y el barrio de San Miguel hasta que la Hermandad de la Esperanza de la Yedra lo recibiera en la puerta de su ermita, en una comitiva que portaba el estandarte corporativo y que dirigió sus oraciones a la Virgen de Czestochowa antes de que ésta completara su marcha hasta alcanzar el Hogar San Juan, residencia que atiende a personas con graves problemas de exclusión social.
La Delegación de Pastoral Juvenil alentó la noche de vigilia que se desarrollaría en esa casa de los Hermanos de la Misericordia antes de que la Delegación de Pastoral Familiar, que organiza esta presencia mariana en la diócesis, realizara el traslado a Villamartín donde la mañana del domingo la lleva a la parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes y al santuario de Nuestra Señora de las Montañas.
La Compañía de María, sede del Seminario Diocesano, y la Cartuja de Santa María de la Defensión, que moran las Hermanas de Belén, completarán en la tarde noche de este domingo las dos jornadas de presencia entre nosotros del icono de la Virgen de Czestochowa, que llegó aquí desde la vecina diócesis de Cádiz-Ceuta y que marchará a la Archidiócesis Hispalense para continuar este recorrido europeo.
