Beltrán Castell. Arrancó de manera oficial la tan esperada y anhelada Cuaresma con un Miércoles de Ceniza que será recordado por muchos motivos. Uno de ellos, por desgracia, ocurría a primera hora de la mañana con el funeral de Francisco Javier García Orellana, fallecido en la madrugada del pasado martes, en una abarrotada Iglesia de la Victoria, donde su Hermandad de la Soledad, sus familiares, amigos y cofrades de la ciudad le brindaron una despedida muy emotiva.
Otro de los motivos fue la climatología, benévola en todos los sentidos, que presagia, según cuenta la tradición, que en Semana Santa no lloverá.
El tercer motivo para recordar este día fue la primera gran jornada de besamanos y besapiés, con la imagen del Santo Crucifijo de la Salud en el portentoso Sagrario de San Miguel, el Señor de la Vía Crucis en la Capilla del Voto de San Francisco, el crucificado de la Salud en San Lucas, la Sagrada Mortaja y la Reina de los Ángeles en Capuchinos, el Santo Ecce-Homo en San Pedro y el Señor de los Trabajos en la Victoria.
Y por último, y como broche de oro a esta jornada, el Vía-Crucis que la Sacramental de Santiago celebró con motivo del traslado del Cristo de las Almas a la Capilla del Asilo de San José. Un acto piadoso que será recordado por su seriedad, su sobriedad, su recogimiento y por su itinerario, que nos trasladó por momentos a estampas decimonónicas, esas que se viven en Semana Santa por los rincones más angostos del Jerez intramuros. Y es que, a buen seguro, el Vía-Crucis del Cristo de las Almas será una de las citas más esperadas por los cofrades cada Miércoles de Ceniza.
Foto: Fernando Morales Franco.
jueves, 23 de febrero de 2012
Un Miércoles de Ceniza para el recuerdo
jueves, febrero 23, 2012