El diseño de Hernández-Rubio de las andas del Desconsuelo

Antonio de la Rosa Mateos. Sería muy extenso hablar de la obra del arquitecto jerezano Francisco Hernández-Rubio y Gómez (1859-1950). Con solo dar una pincelada podríamos nombrar el pabellón del Jockey Club de Sementales, el pórtico de la bodega de Pedro Domecq en la Cuesta de la Chaparra, el actual edificio de la Biblioteca Municipal o la reforma de la casa de Petra Domecq de la Riva en la plaza Rafael Rivero. También sus diseños y trabajos se extendieron al tema religioso, citar el diseño del desaparecido baldaquino en mármol para la por entonces Colegial de Jerez o la cabeza de la Virgen del Desamparo en 1908 como indica el periódico El Guadalete de 5 de abril de 1908 donde se señala que con motivos de los cultos que la Cofradía celebraba ese año en San Juan de los Caballeros: “(…)Nuestra Señora ha estrenado una magnífica cabeza modelada admirablemente por el arquitecto Sr. Hernández Rubio e igualmente tallada por el escultor Sr. Bravo (…)”.

Si retrocedemos en el tiempo algo más de un siglo, vemos que la Hermandad del Desconsuelo, vivió una etapa bastante difícil en el siglo XIX. No sería hasta finales de dicho siglo, concretamente en 1897, cuando después de veintinueve años la Cofradía vuelva a procesionar por las calles de Jerez.

Hasta 1895 no se formaliza una comisión organizadora, la cual redacta unos nuevos estatutos que son aprobados por el Arzobispado el 17 de marzo de 1896. Uno de los primeros acuerdos fue realizar una nueva canastilla para la procesión donde fuera la Virgen y San Juan Evangelista. El diseño, del cual disponemos gracias al Archivo Municipal facilitado por el investigador Felipe Alonso del Puerto, será ejecutado por el arquitecto Francisco Hernández Rubio y la talla y dorado, por José R. Morales y Manuel Daza, respectivamente.

Hasta aquí parece que no hay nada que destacar y la citada canastilla para el paso de palio se entrena en 1897. Pero al describirla, como veremos a continuación en la prensa local, nos damos cuenta que esas andas que se estrenan para la Virgen, tres décadas después pasará al misterio de los Judíos.

El periódico El Guadalete del 6 de abril de 1897 describe así las nuevas andas:
“Ayer hemos tenido el gusto de ver el nuevo paso que estrenará este años la Hermandad de Nuestras Señora del Desconsuelo establecida en la Parroquia de San Mateo, y que seguramente ha de llamar la atención por su belleza artística y por su seriedad y buen gusto. Es de estilo renacimiento y está formado por un basamento compuesto de molduras y un baquetón de hojas de laurel en el que se apoyan doce columnas de pequeña altura soportando la plataforma del paso que está unida a la base por un cuerpo de escocia. Los intercolumnios van decorados por unos recuadros formados por molduras y metopas, en los centros de sus frentes lleva cartelas y guirnaldas de alto relieve, en cuyos centros llevan los escudos de la Hermandad. Sobre la plataforma del paso tiene pedestal en el que van colocadas las imágenes de Nuestra Señora y San Juan.

El paso va cubierto por un palio colocado sobre ocho columnas ó cañas de plata: dicho palio es dorado y terciopelo grana en su exterior y azul con estrellas de plata en su interior, y está terminado por ocho remates ó pináculos. Todo el paso está tallado en madera y dorado al agua. Este paso ha sido dibujado y dirigido por el distinguido arquitecto don Francisco Hernández Rubio, y hábilmente construido por el reputado carpintero y tallista don José R. Morales, habiendo estado el dorado a cargo del notable artista don Manuel Daza. Todos estos señores se han esmerado en la construcción del nuevo paso, por lo cual, así como la Hermandad que lo ha costeado, son merecedores de los mayores elogios.”

No existe ninguna duda que la descripción de la canastilla corresponde con el que en la década de los años veinte y treinta paso fue de los Judíos de San Mateo, tan conocido por la famosa foto de Pereiras. Esta canastilla pasa al misterio en 1925, cuando se cambia el paso de palio por uno de caoba con valiosos adornos de plata.

Después de la adquisición en 1926 del palio de la Amargura de Sevilla sigue la transformación del antiguo con otros nuevos respiraderos, además hay que unir que por aquellos años el paso de misterio iba ya llevado por dentro con costaleros, y es cuando se le incorporan los respiraderos que también provienen del paso de palio. Estos hay que reducirlos para encajarlos con la canastilla y se pintan imitando a mármol de color rosa por Manuel Gómez con taller en la plaza San Marcos, además se le incorporan ocho ángeles que se encontraban en la iglesia de San Mateo a la canastilla.

El paso tenía cuatro trabajaderas transversales donde iban cuatro hombres por cada una, es decir, dieciséis costaleros. Las medidas de la mesa era de 1,90 m. de ancho, por 2,60 m. de largo.

Sería en la Semana Santa de 1939 cuando procesionó por última vez en nuestra ciudad, estrenando ese año los dos sayones de Ramón Chaveli, siendo la ya citada foto de Pereiras de esa Semana Mayor. En 1940 se estrenará el nuevo paso obra del carpintero Juan Berraquero, talla de José Morales Burgos y dorado de José Ortega Valencia, con respiraderos de Vicente de Cos. El precio fue de 5.500 pesetas.

La corporación del Martes Santo decide vender el paso según factura con fecha de 30 de julio de 1939 a la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón de la vecina localidad de Arcos de la Frontera, estableciéndose la cuantía de la misma en 2.000 pesetas.

Siendo ya propiedad de la Hermandad del Perdón el paso fue restaurado en 1967, incorporándole candelabros y ánforas plateadas. Por último a principios de la década de los noventa las andas vuelven a ser restauradas estrenándose nuevos respiraderos y sobrecaídas de terciopelo rojo con calados y pasamanería dorada.

En la Semana Santa de 2002 procesiona por última vez en Arcos, siendo sustituido al año siguiente por uno nuevo obra de los talleres de Manuel Guzmán Bejarano.

En 2007 la Hermandad de San Mateo recuperó el centenario paso y desde 2009 se utiliza para la procesión de la imagen de San Blas, estrenando nuevos respiraderos y recuperando los candelabros del antiguo paso del citado santo de 1963.