De un Cofrade de la Buena Muerte de Jerez
A ti, Hermano/a, que tienes a bien atenderme:
Nuestra Hermandad afronta un nuevo episodio, en el que sus componentes habremos de elegir a la persona que nos conducirá y representará como Hermano Mayor. Habitualmente procuro no adelantar los acontecimientos, pues cada cosa requiere su momento, y cada momento requiere su cosa. Es una simple cuestión de formalidad, es decir, de guardar las formas. Por eso, ahora, cuando las candidaturas han sido aprobadas, y el Cabildo de Elecciones convocado, suelto la rienda a mis sentimientos, y me atrevo a expresar aquello que pienso. Con toda sinceridad y sin tapujos.
El primer dato a considerar es que tenemos la inmensa suerte de que haya tenido el valor necesario para dar el paso de presentar su candidatura a Hermano Mayor la persona que mejor conoce a nuestra Corporación y que, en consecuencia, mejor garantiza la continuidad de nuestra forma de ser. Creo, sinceramente, y es una opinión compartida por muchas personas tanto dentro como fuera de nuestra Hermandad, que José Vicente Montoro Mayén (Josevi, para todos) concreta en su persona la más pura esencia de nuestra identidad. Por allá donde va, Josevi destila Buena Muerte y Dulce Nombre. Allá donde se encuentra, se derrama el cariño y, sobre todo, el respeto por una Cofradía que ha moldeado su vida y su sentir. Y es que, efectivamente, la vida de Josevi está repujada por las innumerables vivencias tenidas en el seno de nuestra Hermandad.
Inscrito como Hermano el mismo día de su incorporación a la Iglesia Católica, hace cuarenta años (pues sí ¡¡Josevi cuenta ya cuarenta tacos de calendario!!); ha vivido intensamente nuestro día a día, sabiendo ser y hacer lo que en cada momento le correspondía. Fue monaguillo, sensato y dicharachero a la vez, en el que muchos de los niños de aquella época nos queríamos reflejar; pues ya entonces demostraba tener la necesaria iniciativa para hacer lo que en cada momento hacía falta. A mediados de los ochenta, lideró nuestro Grupo Joven integrándolo en aquella añorada Juventud Cofrade, donde la Hermandad de la Buena Muerte -gracias en gran parte a Josevi- se ganó el respeto y el cariño del resto de Grupos Jóvenes. ¿Cuántos cofrades que ahora pasan holgadamente los treinta y tantos han disfrutado con Josevi de horas y horas de convivencia?
Como era de esperar, cuando fue preciso también dio el paso para formar parte de la Junta de Gobierno. Lleva dieciséis años forjando su experiencia como miembro del Cabildo de Oficiales. En su primera etapa, durante los ocho años (dos legislaturas) que ejerció de Mayordomo, facilitó la necesaria evolución de la Hermandad hacia los actuales conceptos estéticos, no sin trabas y cortapisas. Compartió esta responsabilidad con la Dirección de Cofradía, época en la cual nuestra presencia en las calles de Jerez encontró los matices necesarios para asentar nuestra identidad en el procesionar. Esas formas que cautivan a tantas y tantas personas que disfrutan con nuestro cortejo.
De la misma manera que, cuando le fue solicitado por un nuevo Hermano Mayor, dio un paso al lado para que otros jóvenes que venían empujando asumieran responsabilidades. También estuvo ahí cuando el mismo Hermano Mayor le pidió que asumiera el cargo de Teniente Hermano Mayor, en un momento muy delicado y difícil de nuestra cincuentenaria historia, donde los sinsabores ganaban el pulso a las glorias. Y en esa responsabilidad viene ofreciendo su servicio a la Hermandad desde hace algo más de siete años. Un puesto de “segundo” que ha sabido desempeñar a las mil maravillas, y que, junto a su dilatada trayectoria cofrade y madurez personal, le proporciona la experiencia necesaria para ser la persona ideal para asumir, ahora, la máxima responsabilidad en nuestra Cofradía. Como me comentaba el otro día un hermano y amigo: “Para nuestra Hermandad, ÉSTE ES EL MOMENTO DE JOSEVI”. Y es que, volviendo al inicio de esta carta, cada cosa requiere su momento y cada momento requiere su cosa.
Por cierto, si quieres encontrar a José Vicente Montoro, si quieres conocer sus iniciativas e inquietudes, no lo busques en ningún rincón de Internet. A Josevi siempre lo encontrarás en la Hermandad, en la Calle Nueva número 5. No obstante, él tampoco desdeña las nuevas tecnologías, así que, en su gran respeto a las formas, ha solicitado permiso para incluir en la Web oficial de la Hermandad el listado de hermanos que conformará su candidatura al completo, así como que los hermanos que quieran contactar con él, puedan hacerlo a través del correo electrónico de la Cofradía, posibilidad que me consta, se ha interesado de que también le sea ofrecida al Hermano que encabeza la otra candidatura.
Pero Josevi prefiere la distancia corta, el cara a cara, el trato amable, la mano tendida, la mirada limpia, la sonrisa franca, el abrazo fraterno, la sencillez discreta, el diálogo abierto, la posibilidad de réplica. Allí lo encontrarás, como siempre, como toda su vida, al pie de la cruz del Cristo de la Buena Muerte, asistiendo a nuestra Madre, la del más Dulce de los Nombres.
P.D.: Si estás pensado que soy imprudente al designar a Josevi como mi Hermano Mayor antes del Cabildo de Elecciones, permíteme que aclare que lleva siendo el mayor de mis hermanos desde hace, exactamente, 37 años, cinco meses y cuatro días.
Un cordial y afectuoso saludo.
Escrito por Antonio Ml. Montoro Mayén, un día como otro cualquiera, pero que resultó ser el día de San Silvestre de 2008. Que el Niño Dios recién nacido nos proporcione a todos un feliz y próspero 2009.
martes, 6 de enero de 2009
Carta sobre mi Hermano Mayor
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