Comunicado de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración

Redacción. De maravilloso y extraordinario ha sido calificado, por los asistentes a la Ermita de San Telmo, el Solemne Triduo que en honor a la Santísima Virgen del Valle se ha venido celebrando jornadas atrás. La predicación del Padre Ramón ha calado hondo entre los cofrades que han sentido como éste se metía en sus corazones primero, y como hacia reflexionar después sobre el porqué y para qué estamos en las cofradías. Tan contentos estamos con el Padre Ramón que ya se está pensando en volver a repetir, quizás, para el Quinario de 2010. También se ha podido disfrutar estos días de la maestría músical y la prodigiosa voz de D. Ángel Hortas, quien en la jornada del domingo se vio acompañado por la soprano Dña. Rocío Ignacio, que consiguió que la Ermita vibrara con su portentosa voz. Sólamente el respeto al lugar y el momento impidieron que los asistentes rompieran en aplausos cada vez que Rocío intervenía.
En la jornada del sábado, la Hermandad recibió de manos del Excmo. Sr. D. José Gil Colón la faja azul de General de Estado Mayor, que ya luce en el talle de la Señora. Un emocionado José Gil, que ponía en manos de D. Antonio Yesa una faja que representa toda una vida de trabajo y entrega, y que aprovechó la ocasión que le brindó el Hermano Mayor para dar, por una parte, las gracias al Padre Ramón por la maravillosa homilía y, por otra parte, dirigirse a Maria Santísima del Valle para también darle gracias por haber sido su Madre y su guía: "todo se lo debo a Ella", "Ella ha querido que yo esté hoy aquí", "es para mi un orgullo que la Madre luzca en su cintura el fruto de mi trabajo".
En la jornada del domingo y como colofón, la Hermandad descubrió una Corona de hierro forjado colocada en el balconcillo del campanario, bendecida por el Padre Ramón, y que desde ese momento lucirá para recordarnos la próxima Coronación Canónica de la Virgen del Valle.
Ayer lunes, día de la Natividad de María y, por tanto, festividad de la Virgen del Valle, se hicieron presentes, en la Ermita de San Telmo, las Camareras de las Hermandades jerezanas para hacer entrega de un regalo a Nuestra Madre del Valle.