Ildefonso Roldán. Hermano Mayor de la Hermandad de la Yedra. Parece que fue ayer y ya pasó un año. Fueron días de gran trabajo, sin pausas, de idas y venidas de "La Plazuela" a la S. I. Catedral y de la S. I. Catedral a La Plazuela. Un trasiego inusitado que se manifestó en júbilo ese 14 de septiembre de 2013.
Por medio habían quedado días y madrugadas de entrega y esfuerzo, donde muchísimos hermanos y colaboradores se volcaron para que todo estuviese a la altura de tan magno acontecimiento.
Ni que decir tiene que, desde nuestra Hermandad, se quiere recordar y agradecer tan inmensa labor.
Podemos nombrar el gran esfuerzo que llevaron todas esas personas y artistas a las tablas del Teatro Villamarta el 1 de septiembre: un pregón único, lleno de emotividad y sentimiento, fiel reflejo de lo que es nuestra Hermandad y el barrio de la Plazuela y todo bien dirigido por Andrés Cañadas Salguero.
Por aquellos días y durante todo ese verano, nuestra Hermandad fue un hervidero, en el que no se paraba. Nuestro taller de costura confeccionó todo lo que sirvió para engalanar el barrio. Puntada tras puntada, se realizaron más de 400 reposteros. Pero si esta labor fue encomiable, nuestro grupo joven no se quedó atrás y se implicó en la creación de una alfombra interminable de sal que maravilló a muchísimos visitantes. Un despliegue humano desde mayordomía que continuaba y afrontaba todo lo concerniente a la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de la Esperanza. Se tiene que destacar también, por su saber estar y su formación litúrgica, al grupo de acólitos que acompañó a Nuestra Santísima Virgen en cada una de sus salidas y ayudó a dar mayor realce al acto más importante: La Pontifical de Coronación de Ntra. Madre. Destacar así mismo la participación de nuestros hermanos en cuantos actos se realizaron.
Un magno acontecimiento que para poder realizarlo también contamos con empresas con corazón, como “Cerería La Merced”, que iluminó a Ntra. Madre en ese día de la coronación; "Bachicha" o la labor desinteresada del florista, Juan Manuel Toro; “Masquesoni”, en lo referente al sonido; o los medios de comunicación que nos ayudaron a difundir tan grande acontecimiento. Ni que decir tiene que existió una gran implicación de todas las hermandades que nos ayudaron a realizar actos tan importantes, como la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud o nuestra hermandad hermana de las Tres Caídas. Actos que quedaron grabados en nuestra memoria y nuestro corazón para siempre, y por supuesto a todas las Hermandades que nos acompañaron en ese día tan importante.
Agradecimiento a nuestro Excelentísimo Ayuntamiento y a su Delegación de Cultura y Fiestas, que nos facilitó cuantas peticiones realizaba nuestra Hermandad; al Cabildo Catedral, que nos abrió las puertas de par en par, para que realizáramos un Triduo de ensueño y una Pontifical donde nuestro hermano Ismael Jordi ayudó -y de que manera- a engrandecer y solemnizar, junto a la Coral Catedralicia bajo la dirección de Ángel Hortas, tan gran acontecimiento.
Seguramente en el tintero se nos quedan muchas personas sin nombrar. Desde aquí, nuestro cariño y agradecimiento hacía todos.
Y todo sucedió. Y damos gracias a Ntra. Sra. de la Esperanza porque nos permitió vivir el sueño que muchísimas personas anhelaban. Un año después, nuestra Hermandad sigue trabajando en los frutos de la Coronación, nuestra Obra Social “Cocina autogestionada Esperanza de la Yedra “, para que ninguna persona pierda la "Esperanza".