Este mismo martes, Alfonso Lozano, hermano mayor, ha presentado en la junta de Distrito un escrito en el que se hace efectiva la renuncia y espera que con esta decisión “quede zanjado todo”. Porque Lozano es muy claro a la hora de señalar que “la Virgen no puede seguir sonando por la polémica de unos vecinos. Tenemos el respaldo de la práctica totalidad del barrio pero si no hay unanimidad, lo mejor es la decisión que hemos tomado”.
Reconoce que en el seno de la corporación, esta decisión ha motivado desilusión, pero es consciente, sin embargo, de que “la Hermandad del Dulce Nombre es enemiga de las polémicas. Es verdad que nos desilusiona porque suponía algo muy grande ver el nombre de una plaza, en el barrio, con nuestra Dolorosa titular. Pero creo que es lo mejor que se ha podido hacer”.
Asimismo, Alfonso Lozano subraya que, “cada día, la Virgen tiene 200 calles, 200 avenidas, 200 plazas en esas 200 personas, entre ellas 62 niños, a los que la Hermandad del Dulce Nombre posibilita que puedan comer y vestir. Ésa es nuestra verdadera plaza para María Santísima del Dulce Nombre”. Señala, igualmente, que a partir de ahora “no vamos a seguir con este tema. Si el barrio, por petición popular, solicita una calle o una plaza para la Virgen, lo escucharemos, pero nosotros no vamos a hacer nada más”, señalando que desde el Arzobispado “hemos recibido todo el respaldo a nuestra decisión”.
“A partir de ahora –abunda el hermano mayor de Bellavista- el nombre de la Virgen va a sonar por el comedor benéfico y por las clases particulares que, desde esta semana, vamos a impartir a los 62 niños de las familias que acuden al comedor y que van a impartirles siete profesores voluntarios dentro de un Programa de Enseñanza que ahora ponemos en marcha”.
Fuente: Pasión en Sevilla
