Antonio de la Rosa. El próximo día 20 de abril tendrá lugar el Vía Lucis que ha organizado el Obispado y coordinado por el Consejo de Hermandades y Cofradías enmarcado en el Año de la Fe. Por este motivo es buena fecha para recordar el año 1954 cuando se desarrolló un desfile magno mariano con salida desde la entonces iglesia Colegial con motivo del año Mariano, que celebró la Iglesia para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción.
El domingo 10 de octubre comenzaron los actos con la predicación del triduo concepcionista en la iglesia de San Miguel a cargo del Cardenal don Pedro Segura y Sáenz, Arzobispo de Sevilla.
En la mañana del día 12 y en rosarios de la aurora se trasladaron desde sus templos respectivos a la Santa Iglesia Colegial, un total de nueve imágenes de Madre de Dios que figurarían en la procesión magna. Dichas imágenes serían:
-Virgen de la Merced Coronada, Patrona de nuestra ciudad.
-María Santísima de la Encarnación, de la Hermandad del Santo Crucifijo.
-Inmaculada del Voto, del convento de San Francisco.
-Nuestra Señora del Carmen Coronada, de la Basílica del Carmen.
-Nuestra Señora de Nazaret, de la iglesia de la Compañía.
-Inmaculado Corazón de María (hoy Virgen del Rosario de Capataces y Costaleros), desde la iglesia de San Juan de los Caballeros.
-Nuestra Señora de la Soledad, de la iglesia de la Victoria.
-Nuestra Señora del Desconsuelo, de la parroquia de San Mateo.
-Y por último, Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra, de la Hermandad de la Sentencia.
A estas imágenes se uniría para la procesión la Inmaculada de la Colegial.
Como ustedes se pueden imaginar todavía se recuerda en Jerez aquella histórica jornada. La prensa local titulaba al día siguiente en su portada: “Los grandiosos actos marianos celebrados ayer en nuestra ciudad revistieron caracteres de apoteosis”, “Jerez se consagró al Sagrado Corazón de María”.
La ciudad entera se convirtió en templo para rendir homenaje y pleitesía a la Madre de Dios, representada en esas diez imágenes, así desde las primeras horas de la mañana el público se lanzó a la calle para acompañarlas en sus distintos recorridos.
A las ocho y media en la colegial se comenzaron a celebrar varias misas de comunión oficiadas ante el paso de nuestra Patrona. El solemne pontifical presidido por el Cardenal Segura, tuvo lugar a la diez y media de la mañana, teniendo nuestro primer templo un deslumbrador aspecto, hallándose totalmente ocupado de fieles.
Tras dicho pontifical, comenzó la organización de la grandiosa procesión mariana. Vamos ahora a reproducir como fue aquel cortejo. A la cabeza iba una escuadra de Lanceros con uniforme de gala seguido de una cruz de guía. Formaban en el cortejo en representaciones todas las asociaciones piadosas de la ciudad llevando sus insignias, guiones y simpecados.
Diez pasos, rivalizaron todos ellos en esplendor y magnificencia, haciéndolo por este orden: Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra, la imagen del Inmaculado Corazón de María, Nuestra Señora del Desconsuelo, la Virgen de Nazaret y María Santísima de la Encarnación, con la banda y tambores de Infantería de Marina. Seguía la Inmaculada del Voto del Convento de San Francisco y Nuestra Señora de la Soledad, acompañada por la banda del cuartel de instrucción de Infantería de Marina. Proseguía dicha procesión con Nuestra Señora del Carmen Coronada rodeada de la comunidad de padres carmelitas y escoltada por una escuadra de marinería y bandas. Y por último, el paso de la Patrona Nuestra Señora de la Merced, rodeada de religiosos Capuchinos del convento de Sanlúcar de Barrameda, revestidos de capas pluviales blancas, acólitos y turiferarios, portando las insignias basilicales dos clérigos salesianos con sus respectivas capas.
Tras ellos todas las cruces parroquiales, escolanía de la Basílica de la Merced, clero, curas párrocos, órdenes religiosas, comisiones militares, ilustrísimo Cabildo Colegial, autoridades y excelentísimo Ayuntamiento bajo mazas, sección de la Guardia Municipal con uniforme de gran gala, cerrando la comitiva la Banda Municipal, y de preste actuaba el arzobispo de Fuchow, ministrado de los señores párrocos de San Mateo y San Marcos.
La solemne procesión efectuó su recorrido con magnífico orden hasta llegar a la Alameda del Marqués de Domecq, hoy Alameda Cristina, donde se celebró el acto final de esta gran jornada mariana.
Rezada la estación, subió a la tribuna el Alcalde de Jerez, don Álvaro Domecq, dando lectura a la fórmula de consagración de la ciudad al Sagrado Corazón de María.
Para poner el punto y final, nuestro prelado dirigió unas palabras a la multitud allí congregada, concluyendo este inolvidable acto con las bandas interpretando el himno nacional. Tras el cual comenzó el regreso de las benditas imágenes a sus respectivos templos después de haber participado en este grandioso acto mariano.
Antonio de la Rosa Mateos.
Centro de Estudios Históricos Jerezanos.