Francisco C. Aleu. Cuando se anunció la suspensión del Vía Crucis de las Hermandades ya sospeché que la decisión -con independencia de quién la tomara- generaría a la postre más inconvenientes que beneficios. Más aún cuando definitivamente se supo que el tradicional acto piadoso del primer lunes de Cuaresma iba a sumarse al Vía Crucis que debía presidir la Cruz de los Jóvenes.
El Vía Crucis de las Hermandades no se cambió de fecha, se suspendió de manera definitiva en el mediodía del lunes 14 de marzo. Distinto es que se invitara a la Hermandad de la Vera Cruz a que el Cristo de la Esperanza estuviera presente en el Vía Crucis de la Cruz de los Jóvenes, verdadera protagonista del acto celebrado a medio camino entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves.
La Cuaresma de 2011 pasará a la historia por ser la primera en que no se celebra el Vía Crucis de las Hermandades. Hasta ahora, cuando el tiempo no lo había permitido, la lectura de las estaciones se había desarrollado en el interior del templo de la cofradía cuya imagen debía presidir el acto. Porque la amenaza de lluvia no es impedimento para meditar la Pasión y Muerte de Cristo, como tampoco lo es para celebrar una eucaristía o una función de instituto.
Ocurre que a veces -demasiadas veces- se da más importancia a las formas que al fondo y se termina confundiendo un Vía Crucis con una salida procesional de carácter extraordinario sin reparar en que para evocar el camino de Cristo hacia la cruz no hace falta salir a la calle y, ni tan siquiera, contar con una imagen que presida esa meditación.
Cierto es que no todo es tan sencillo y que las cofradías también tienen su corazoncito. La Hermandad de la Vera Cruz realizó un esfuerzo notable para engrandecer el Vía Crucis de las Hermandades. Quizá en atención a ese gesto, hubiera sido conveniente mantener el rezo del Vía Crucis en el interior de San Juan de los Caballeros el primer lunes de Cuaresma y anunciar, esa misma noche, que el Cristo de la Esperanza sería el encargado de reunir de nuevo al Jerez cofrade en 2012. No hubiera ocurrido absolutamente nada y se habría mantenido la celebración del Vía Crucis de las Hermandades. Y, ya puestos, se sentaría un precedente para que en años venideros otras cofradías también vieran recompensados sus esfuerzos.
martes, 29 de marzo de 2011
2011, un año sin Vía Crucis
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