Las cofradías de vísperas han cumplido su misión, nos entreabrieron la puerta de la ilusión, nos acercaron a los primeros minutos de esa vida en siete días que es para cada jerezano, nuestra Semana Santa. Y lo hicieron también con sabores a barrio por San Miguel, San Telmo, cerca, muy cerca, de donde espera adormecida en el cofre de amor y devoción que para Ella crearon sus hijos, en la joya de su paso de palio a que llegue su momento, mi Reina de la Esperanza, la Estrella de la Mañana.
Y llegó la ansiada hora, tan largamente esperada, tan profundamente soñada, y os vestisteis de fe y jerezanía, que atraparon para siempre el corazón, tomasteis las calles, vivisteis cada momento con la máxima intensidad como si fuera el último, sin olvidar, si de verdad lo sentisteis en lo mas hondo de vuestro ser, que la primera vez atrapa, la segunda refrenda, la tercera consolida, y la cuarta, la quinta, la sexta… marcan, marcan para siempre vuestras vidas. Disfrutamos, disfrutamos como solo el que ama sabe hacerlo, de los momentos previos, del durante y del después, y abrimos en canal nuestros sentidos, porque todo importa: el más suave roce, el más dulce de los sabores, la más hermosa de las palabras, la imagen sagrada que quedará para siempre prendida en vuestras retinas, la más embriagadora de las fragancias que quedará impregnando el aire y subirá en vuelo sutil hasta la Catedral. Y un año más, soñamos con una nueva Semana Santa en Jerez… Esta ha sido mi Semana Mayor vista desde lo más profundo de mi alma, con la cual os transmito las emociones que pude captar durante estos 7 días…
Señores, sean ustedes bienvenidos a los albores de una Primavera…
Galería fotográfica de la Semana Santa 2015, por Antonio Montesinos
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