La Alcaldesa cita a los Hermanos Mayores antes del próximo Pleno

Andrés Cañadas. Vivimos en el país del esperpento, y día tras día suceden cosas que parecen ensoñadas por el mismísimo Edgar Allan Poe tras una noche de borrachera, o por el insigne doctor Freud antes de empezar a escribir su Psicoanálisis.

Si no es así, no se entiende que el próximo martes, a las siete y media de la tarde y en Alcaldía, la Alcaldesa de un Jerez cada vez más destrozado, María José García-Pelayo, haya citado a los Hermanos Mayores que componen el Pleno, para decirles, presumiblemente, que este año no podrá el Ayuntamiento hacerse cargo del montaje de los palcos.

Y preguntamos nosotros. ¿Para qué? ¿Para qué citar a los Hermanos Mayores una hora antes del Pleno que hay convocado el mismo día, a las ocho y media de la tarde en la sede de Curtidores? ¿Por qué no va la Alcaldesa al Consejo y explica allí lo que deba, como invitada especial de una cita que está tomando visos cada vez mayores de convertirse en absolutamente decisoria? ¿Es que acaso el Consejo no es ya de por sí suficientemente representativo de la voluntad conjunta de la opinión de las cofradías?

No pinta nada bien lo que está a punto de ocurrir la semana que viene, como no pinta nada bien la situación general de una ciudad, que esta misma mañana ha vivido un episodio asqueroso, cuando los 'antidisturbios' han cargado contra los trabajadores municipales que se manifestaban a las puertas del Consistorio, en demanda de su salario.

Y por cierto, ya que hablamos de asquerosidades, sepan que hace unos días, el Presidente saliente de la Unión de Hermandades de Jerez, en presencia del Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, en su mismo despacho, profirió una serie inopinada de improperios contra los actuales Herrmanos Mayores de la ciudad, ante el que obtuvo una contundente respuesta del actual Presidente del Consejo, erigido en defensor de su Pleno.

¿Es, o no es asqueroso?