El encierro de Miura, en la 'Ventana de actualidad'

Beltrán Castell. cuarto día de los Sanfermines 2011 y cuarto encierro que les ofrece 'La Levantá Digital'. Para seguir el encierro de hoy domingo día 10 de julio, con reses de la ganadería de Eduardo Miura, natural de Lora del Río (Sevilla), accedan en la cabecera de la web a la 'Ventana de actualidad'.


Crónica


El Mundo. Los toros de Miura son un seguro para Pamplona. El día que más atestadas están sus calles, que más extranjeros inexpertos en esto de correr el encierro se pasean por ellas, el día que más excesos se vienen de cometer, llegan los miuras y no dan apenas problemas. Igual que la leyenda negra habla tan mal de esta ganadería, la estadística sanferminera hace de ellos los toros ideales para los domingos.

Ha sido sonar el cohetazo y ver que los morlacos tenían prisa por llegar al ruedo. Tras unos pocos metros de tregua para hacerse con la cabeza de la manada, uno de los miuras negros ha tomado el mando del grupo y se ha lanzado con un tranco poderosísimo cuesta arriba.

Era imposible tener algo parecido a una carrera ante las astas. Sólo se veían instantes fugaces de corredores ante los pitones, al hilo de las astas, o simplemente viendo pasar a su lado el encierro sin que pudieran hacer nada para participar en él. En Santo Domingo ha habido al menos dos mozos arrollados y pisoteados por toda la manada.

El paso por la plaza del Ayuntamiento también se ha producido como una exhalación, y la curva de la Estafeta no ha generado problemas, a pesar de la velocidad y del piso húmedo.

En la recta de Estafeta se han visto muchas menos carreras que los días precedentes. La velocidad seguía siendo altísima, con tres toros por delante, seguidos por los mansos y otros tres cerrando una manada de toros con capas muy vistosas.

Varios corredores experimentados de este tramo se han visto involucrados en pequeñas montoneras fruto de la masificación de mozos y de las prisas que traían los miuras. Unos toros tan altos, con patas largas, tienen un tranco superior que la mayoría y les cuesta menos avanzar tan veloces. Sólo en los últimos metros han cedido levemente la marcha, aunque tampoco han tenido gestos feos ni han lanzado derrotes a los lados.

En total, dos minutos de puerta a puerta en una carrera masiva, espectacular y sin heridos por asta de toro. Un ejemplo de lo que son los miuras en Pamplona.