"Día Internacional de la mujer de morado"

José Castaño Rubiales. Desde el día 8 de marzo 1857, el papel de la mujer comenzaría el camino de sus reinvindicaciones. Una trabajadora americana cansada de las grandes e injustas leyes machistas se armaría de valor y se enfrentaría a los hombres que la mandaban en la fábrica donde trabajaba y sería quien marcaría el camino de la libertad de las mujeres.

Hasta entonces, las mujeres sólo eran tenidas como simples instrumentos de placer de los hombres y procreadoras de la especie. Ellas unían a tan desvalorizadas actitudes machistas, el servilimos llevado a extremos de pura exclavitud conyugal, sin tener derecho a compartir sentimientos, ilusiones o deseos con el padres de sus hijos.

El movimiento de liberación femenino iniciado en Norteamerica, se consolidaría cuando ese mismo día y mes pero 53 años más tarde, la comunista alemana Clara Zetkin, después de luchar y enfrentarse con la sociedad de su tiempo, consigue que se establezca “El Día Internacional de la Mujer” o “Dia Internacional de la Mujer Trabajadora”.

Han sido muchas mujeres los que a lo largo de la historia de la humanidad han sufrido las mayores injusticias por el sólo hecho de ser mujer; incluso la Iglesia, tan propagadora del papel de la mujer en María la Madre de Jesús, se mostró sumamente intolerante con que participasen las mujeres en sus cultos. Hasta hace bien poco existían criterios que eran autenticos insultos a las mujeres, especialmente, cuando estas por su naturaleza, mensualmente sufrían los trastornos propios de sus sexos. Algo tan natural que muchos condenaban auyentándolas de la cercanía de Dios por tenerlas en esos momentos como auténticas pecadoras. ¿Cabe mayor injusticia que esta?

Quizás por eso al llegar esta historica fecha y comprobar cómo la mujer tiene el lugar que le pertenece por naturaleza, sus auténticos valores y grandes luchas por conseguirlo, nuestra mirada se vuelve hacia muchos años atrás para recordar con emoción y con orgullo, cómo en el siglo XVI cuando las mujeres no eran valoradas por casi nadie, tenían el gran privilegio de permanecer unidas y al lado del Hijo más bueno de la historia de la Humanidad, Jesús Nazareno.

Extrañamente, esa misma Iglesia intolerante con la mujeres, otorgaba en esa época a las hermanas de Jesús Nazareno, los mismos privilegios que a los hombres e incluso contemplaba, que éstas, al ponerse el hábito de Jesús, podían disfrutar de los mismos bienes espirituales que los hombres.

La grandeza y notoriedad de estas mujeres llegarían a su cúlmen sociológico y religioso, cuando en su hermandad, en contra de las corrientes impuestas por la administración eclesiástica, tenían derecho a asistir a los cabildos que la cofradía celebraba con voz y voto, y lo que era y es de mayor importancia en relación con los verdaderos valores de la mujer, que son queridas y respetadas como en pocos lugares lo han sido a lo largo de la historia.

Sí al 'Día Internacional de la Mujer', que la hermandad de Jesús Nazareno viene celebrando diariamente desde hace siglos con sus hermanas, queriéndolas y respetándolas como nadie en la historia.