¿Por qué temer a la lluvia?

Beltrán Castell. Nuestra ciudad lleva viviendo tres meses de continuas lluvias que no cesan prácticamente ni un solo día.
Jornada tras jornada, con la proximidad de la Semana Santa, el pesimismo crece en los corrillos cofrades debido a que la climatología no da tregua y al temor de no poder disfrutar de nuestras cofradías en la calle.

Pero, paradógicamente en esta Cuaresma, todo acto que ha estado presidido por nuestras imágenes titulares y se ha celebrado en la calles de Jerez, tales como traslados o Vía-Crucis, principalmente, no se han tenido que suspender pese a las continuas precipitaciones. Y es que parece que cuando las sagradas imágenes pisan los adoquines jerezanos, el tiempo da una tregua y cesan las lluvias. A las pruebas me remito:

· Traslado del Cristo de las Almas de la Hermandad Sacramental de Santiago, tanto a la Iglesia de la Victoria como a la Capilla del Asilo de San José.

· Traslado de las imágenes titulares de la Hermandad de la Buena Muerte, tanto a la Iglesia de la Victoria como a su casa de Hermandad.

· Vía-Crucis de la Unión de Hermandades, presidido por el Señor de la Salud en sus Tres Caídas.

· Vía-Crucis del Santísimo Cristo de la Salud (San Lucas).

· Vía-Crucis del Santísimo Cristo de las Misericordias (San Rafael).

· Traslado de las imágenes titulares de la Hermandad del Mayor Dolor, desde la Santa Iglesia Catedral hasta la Iglesia de San Dionisio.

· Traslado de las imágenes titulares de la Hermandad de la Yedra, tanto a la Parroquia de Madre de Dios como a la Capilla de la Yedra.

· Traslado de la Divina Pastora, desde la Santa Iglesia Catedral hasta la Iglesia de San Dionisio.

· Vía-Crucis del Señor Cautivo.

Ninguno de estos actos ha tenido que suspenderse por la lluvia, cosa extraña si miramos al cielo cada día y contemplamos los oscuros nubarrones que nos acechan.

¿Quién sabe si los tan temidos augurios semanasanteros en cuanto al tiempo se refiere son calcados a los de esta Cuaresma cuando una imagen salga a la calle?

Por cierto, maravilloso el Vía-Crucis que la Hermandad del Cristo del Amor celebró anoche en el Convento de Santa María de Gracia con la imagen del Señor Cautivo presidiendo el mismo. Recogimiento, sobriedad, seriedad y buen gusto fue la tónica predominante que se pudo contemplar en los aledaños de dicho convento, donde se celebró una Eucaristía oficiada por el Rvdo. Padre Juan Jacinto del Castillo Espinosa. Una vez concluída la Santa Misa, se rezaron en el interior del templo las catorce estaciones del Vía-Crucis para, una vez finalizado el mismo, llevarse a cabo el traslado de vuelta a la Capilla del Cristo del Amor por un precioso itinerario, como fue el tránsito por la angosta calle Vid, con un silencio sepulcral, únicamente roto por la capilla musical que acompañaba a la comitiva. Sencillamente delicioso.