Francis Castell. Llevo algún tiempo criticando la escasez de saetas en nuestra Semana Santa. Este año, además, debido a la lluvia nos quedamos sin poder oir las que tanto en la Plaza Rafael Rivero o en el propio barrio de Santiago se cantaban al paso del Prendimiento o aquellas otras que cada año recibía la Amargura en la Plaza de las Angustias.
Sin embargo, el mismo barrio de Santiago que no pudo disfrutar de los rezos cantados en la noche del Miércoles Santo se emocionó cuando, a pie de paso, Ángel Vargas rompía el silencio de una postrera "Madrugá" y cantaba al Cristo de la Buena Muerte recordando a su hermano José. Sin lugar a dudas, uno de los "momentos" de la pasada Semana Mayor.
jueves, 27 de marzo de 2008
Recordando a su hermano
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