Si desea descargar un sonido de nuestro reproductor, pinche con el ratón sobre el título del sonido seleccionado.

domingo, 23 de febrero de 2014

50 años después...

Disfrute, en el reproductor ubicado en la parte superior, de los sonidos del discurrir del Cristo del Perdón por calle Tornería y por las calles Santa Ysabel y Visitación

Beltrán Castell. La Hermandad del Perdón inició ayer sábado, con motivo de la procesión extraordinaria conmemorativa del cincuenta aniversario fundacional de la cofradía, una nueva andadura en su futuro más próximo, incorporando sones de cornetas y tambores tras el paso de misterio. Un estilo completamente distinto al que ha marcado durante este medio siglo el discurrir del Santísimo Cristo del Perdón por las calles de Jerez y que no dejó indiferente a nadie, con opiniones muy diversas entorno a ello.
Los hubo quienes opinaron que fue un completo acierto el ver procesionar al crucificado de Francisco Pinto con sones procesionales, e incluso con los candelabros guardabrisas del paso del Señor de las Misericordias, cedidos para la ocasión por la Hermandad de la Candelaria en sustitución de los cuatro hachones que porta el paso de misterio del Perdón cada Domingo de Ramos.

Pero también los hubo quienes juzgaron que ha existido un cambio radical en el andar, tanto del paso como del cortejo, pasando de un discurrir silente y de frente a un procesionar lento, del propio paso y del propio cortejo, en busca de un lucimiento que rompe el carácter de recogimiento por el que se ha caracterizado la cofradía.

Opiniones de todo tipo, recogidas ayer por esta redacción desde fuera y desde dentro de la cofradía. Opiniones de muchos cofrades en favor y en contra de este cambio. Opiniones, al fin y al cabo, que no dejaron indiferente a nadie.

Por lo demás, Jerez disfrutó de una jornada cofrade con mayúsculas, con una tarde completamente despejada pero muy fría, con muchísimo público en las calles durante todo el recorrido, y con una hermandad que puso el broche de oro a su medio siglo de historia con una gran procesión extraordinaria.

Fue al filo de las seis de la tarde cuando se abrieron las puertas de la Parroquia de Santa Ana e inició su discurrir un nutrido cortejo de hermanos portando cirios color tiniebla, en el que destacaba un tramo de una treintena de hermanas vestidas de mantilla, reivindicando el uso de esta prenda para la jornada del amor fraterno. Tampoco faltaron los cofrades de la Candelaria, portando cirios rojos dado su carácter sacramental, que acompañaron en todo momento a la Hermandad del Perdón.

Mientras, la Banda de Cornetas y Tambores "Nuestra Señora del Sol", de Sevilla, iniciaba sus sones procesionales con la marcha 'Requiem', a la espera de la salida del paso de misterio, que iba exornado con claveles rojos y un friso de iris morados, además de los candelabros guardabrisas del paso del Señor de las Misericordias, mencionados anteriormente.

Una vez el Cristo del Perdón en la calle, la Banda del Sol inició un magnífico repertorio de marchas procesionales que no cesó en ningún momento del recorrido, con una calidad musical extraordinaria.

Y el resto lo puso el Señor, que visitó todos los templos donde la hermandad ha tenido que hospedarse a lo largo de estos cincuenta años: Iglesia de la Victoria, por reformas en Santa Ana; Parroquia de San Dionisio y Santa Iglesia Catedral, por inundación de la Ermita de Guía. Además, la cofradía quiso transitar por Santiago en un claro gesto de deseo de la próxima reapertura del templo. En todos estos lugares, muchas fueron las hermandades que, corporativamente, aguardaban el paso del Cristo del Perdón por sus respectivas sedes canónicas.

Y llegó la calle Tornería, con un gentío propio de Semana Santa que disfrutó del andar, nunca exento de dificultades, de un paso por la calle más cofrade de nuestra ciudad.

Posteriormente, antes de la llegada a la Santa Iglesia Catedral, la cofradía tuvo un bello gesto a la altura del monumento de María Antonia de Jesús Tirado, entregando a las hermanas del Colegio del Beaterio, de manos del hermano mayor Juan Antonio Sánchez Tornay, un pergamino en el que se muestra la adhesión a la causa de beatificación de la fundadora de la congregación de las Dominicas del Santísimo Sacramento.

Ya una vez en el interior de la Catedral, tras discurrir por las calles Santa Ysabel y Visitación, el deán del primer templo jerezano D. Antonio López Fernández dio la bienvenida y pronunció unas preces en honor al Santísimo Cristo del Perdón.

Y del primer templo jerezano a la Ermita de Guía, recogiéndose la cofradía en torno a la medianoche y poniendo así el colofón a estos primeros cincuenta años de historia.

Enhorabuena.

Foto: Fernando Morales.

Agenda